¿Cómo escoger una silla de escritorio para mi hijo?

La pandemia del coronavirus obligó a millones de estudiantes de todo el mundo a estudiar en casa y surgió la necesidad de acondicionar espacios de estudio para que los niños y jóvenes pudieran tener aditamentos adecuados para trabajar.


Los niños y jóvenes están en desarrollo, por eso es importante fomentar que sus espaldas tengan una postura correcta mientras están sentados trabajando. No porque tu hijo es joven puede trabajar en cualquier silla.


Un cuerpo en desarrollo también se puede beneficiar de contar con una silla ergonómica que tenga ajuste lumbar pues pasar mucho tiempo en un asiento pone una gran presión sobre estas vértebras provocando dolor.


Otro punto que puede provocar inquietud es si debes adquirir una silla con tapiz o una de malla. Aquí no hay una respuesta científica, cada persona es distinta, por lo que te recomendamos hacer participe a su hijo del proceso de elegir su silla.


Ve con tu hijo al showroom y que pruebe tanto las sillas tapizadas como las de malla para ver cual le resulta más confortable. La malla suele ser más cómoda pues tiene un soporte envolvente.


También es muy importante verificar que la silla tenga altura ajustable y que haya un punto en el que los pies de tu hijo reposen planos sobre el piso, o en su defecto en un reposapiés.

La silla de tu hijo no tiene porque ser aburrida, puedes elegir una silla con todas las características correctas pero que tenga un diseño juvenil con colores vibrantes o que combine bien con otros elementos de su habitación o lugar de estudio.


A menos de que tu hijo sea muy pequeño, no elijas una silla con el respaldo muy corto o pronto la dejará, algunas sillas crecen con el usuario, por lo que puedes buscar una que lo acompañe durante varios años.


Hay distintos mecanismos en lo que se refiere a sillas. Si tu hijo es un adolescente quizá quieras considerar un mecanismo basculante para poder tener varios grados de inclinación.


En cuanto a las ruedas, busca unas que no provoquen demasiado desgaste en el suelo al moverse, sabemos que los niños y jóvenes son inquietos y que las sillas pueden terminar por dejar marca.


Finalmente podemos decir que no recomendamos que te guíes por el precio al momento de elegir una silla para tu hijo, debes adquirir aquella que tenga todas las características que le permitan tener una buena postura al trabajar y que al largo plazo represente una inversión. No sirve comprar la silla más barata si terminas por reemplazarla en uno o dos años.